Todo depende siempre del cristal con que se mire, y eso parece indicar el año dejado atrás para Bitcoin. A pesar de su caída anual, que supone perder más de dos tercios de su cotización mientras parece estabilizarse entre los 16.000 por la parte baja y los 20.000 en la más elevada, la primera criptomoneda del mercado ve como su bajo precio ha hecho cambiar significativamente a las ballenas en el último mes y que incluso, algunos de los grandes inversores, siguen haciendo acopio, a estos precios que, considerando derribo, de cantidades importantes del valor.
Es el caso de uno de sus grandes defensores, Mark Cuban, más conocido por ser el propietario de los Dallas Mavericks de la NBA, que vuelve sobre el valor refugio o reserva de Bitcoin, para denostar el papel del oro. Pero va más allá indicando que espera que espera que Bitcoin baje mucho más para poder hacer acopio de más criptomoneda, para después sentenciar que “si tienes oro, eres tonto” mientras animaba en YouTube a comprar Bitcoin. Su sentencia final es que poseer oro físico…no es práctico en el mundo digital.
En su gráfica de cotización, comprobamos como Bitcoin cede un 1,56% en la última semana, con recortes en el mes del 2,7% para el activo, que se multiplican además en tasa trimestral, con caídas del 14,7% y superiores al 16% en el trimestre. En el año, los recortes superan el 64,2%. Todo ello con apenas movimientos a la baja en el 1 de enero.
Mientras el muy seguido analista en Twitter del mercado criptográfico Michaël van de Poppe considera que, en este ejercicio recién iniciado, Bitcoin podría llegar a doblar su valor. Y todo ello a pesar de los pesares, con ese lastre de sentimiento bajista que parece impregnar a todo el universo del criptomercado. Desde el punto de vista técnico indica que Bitcoin se mueve con un soporte en los 12.300 dólares y una resistencia en la parte más alta de precio en los 18.600 dólares en esos instantes.
Y señala que todo lo que esté por debajo de su cota más elevada, esos 18.600 dólares se pueden considerar como una continuación de la tendencia, pero también indica que, si Bitcoin puede superar la cota de los 20.600 dólares, podría alcanzar los 29.200 dólares y, probablemente, continuará moviéndose hacia los 38.500, mientras considera que solo a partir de esa cota, habría que pensar en las ventas.
Otro de los aspectos a tener en cuenta en 2023, será el de la legislación. En Estados Unidos, con el Congreso a punto de iniciar legislatura, más allá de las normativas antimonopolio sobre las Big Tech, los expertos consideran que llegará el turno a la criptorregulación, en especial, tras las quiebras sucedidas y, en especial, la del exchange FTX y el presunto fraude de su fundador Sam Bankman-Fried. De hecho, habrá nuevo presidente en el comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Patrick McHenry, que se muestra partidario, como prioridad, de crear un marco regulatorio más claro para las criptomonedas y quién debería encargarse de esa supervisión.
En cuanto al índice del miedo y la codicia vemos que se mantiene en 26, en miedo frente al miedo extremo marcado en fin de año, y por debajo de los parámetros de la pasada semana para el activo. Y su capitalización vuelve a resentirse con 318.000 millones de dólares en el mercado. Se coloca en el puesto 27 de la clasificación global entre Meta y Nestlé, mientras que representa un 40% del mercado global de las criptomonedas, que supera los 795,240 millones de dólares.
Y acabamos con la expectativa para este 2023 del CEO de Binance, tras un 2022 que ha denominado “el año de la resiliencia”, en un año que dice, queda atrás caracterizado por las crisis y los fracasos. Pero considera que el sector de los activos digitales aún está en pañales y que no debería definirse por los retos a los que se enfrenta sino por cómo los supera.
Para el presente ejercicio estima Changpeng Zhao que el sector tendrá que gestionar las consecuencias y efectos de la caída de FTX y que este hecho se prolongará en el tiempo. Aunque considera que, a pesar de los descensos entre las criptomonedas, espera que el sector se recupere de este varapalo con relativa rapidez, ante la resistencia del mercado. Y todo, dice, con independencia de que la recuperación llegue en un mes o en un año, para que la industria criptográfica se muestre exponencialmente más fuerte.